Resumen: El siglo XIX introdujo, con las ideas liberales, importantes cambios que alteraron de manera notoria la percepción de la población sobre los reyes y la monarquía. En el presente trabajo veremos cómo dos monarcas españoles, Fernando VII e Isabel II, a consecuencia de este nuevo contexto político e ideológico, asistieron al cuestionamiento de su legitimidad y su continuidad en el trono en tres ocasiones: con la invasión napoleónica de España y la imposición de José Bonaparte como rey, con las pretensiones dinásticas de Carlos María Isidro frente a su sobrina, y con la Revolución de 1868, que llevaría al destronamiento de Isabel II y la búsqueda y asentamiento en el trono de un nuevo rey: Amadeo de Saboya.