Resumen: La situación derivada del COVID-19 ha obligado a sacar a relucir un concepto común a todos los derechos: la Fuerza Mayor. Da igual en qué punto del mapa te encontraras en marzo de 2020: las palabras Fuerza Mayor, Vis Maior, Force Majeur o Act of God iban a sonar constantemente durante semanas en todos los departamentos jurídicos y despachos de asesores de todas las empresas dedicadas al sector industrial. El presente trabajo trata de dar solución a la situación en la que se encuentra una empresa zaragozana dedicada a la fabricación de piezas de automoción cuando en marzo de 2020 deja de recibir pedidos de sus proveedores necesarios para la continuidad de su producción como consecuencia de la pandemia. Se van a estudiar los distintos pasos que tiene que tomar la empresa para lograr una exoneración contractual respecto de las obligaciones que tiene con su cliente, al cual no va a poder suministrar piezas por no tener los componentes necesarios para ello. Mi objetivo con este trabajo ha sido ilustrar de la mejor manera la estructura de las cadenas de proveedores dentro del sector industrial de la automoción. El caso que he presentado ha intentado reflejar las obligaciones que se generan «hacia arriba» (respecto del cliente) y las que se generan «hacia abajo» (las del proveedor hacia la empresa).