Resumen: Un mapa de suelos se puede plantear como una herramienta fundamental en la agricultura de regadío, tanto en la modernización de regadíos como en la planificación de la puesta en riego de nuevas zonas. La zona regable de la Violada (5234 ha) está formada en su mayoría por la Comunidad de Regantes de Almudévar (91%), una de las que en España se han modernizado recientemente. Con el nuevo sistema de riego por aspersión (prácticamente a la demanda y con un conocimiento muy detallado del riego, en dosis y duración, a nivel de cada hidrante) es posible conocer el riego aplicado a nivel (prácticamente) de parcela, lo que permite establecer el balance de agua en el suelo de un modo desagregado para unidades de suelo mucho más pequeñas, siempre que tengan unas propiedades hídricas similares. Actualmente, además, la información sobre los cultivos en cada parcela se encuentra disponible en SIG (CRA), lo que permite un grado mayor de aproximación (de desagregación espacial) a la hora de realizar los balances de agua en el suelo. Para ello se han de definir unidades homogéneas en cuanto a las propiedades hídricas del suelo, cultivo y prácticas de riego. Por otro lado el conocimiento detallado de las propiedades hídricas de los suelos en la ZRV puede ser útil también para proponer prácticas de riego diferentes en suelos de características diferentes, particularmente en cuanto a la permeabilidad de los suelos. Finalmente, el nivel de desagregación espacial de la información de suelos, cultivo y prácticas de riego puede permitir además la aplicación de modelos de movimiento de agua en el suelo basados en las ecuaciones del movimiento del agua en condiciones no saturadas. De esta forma, el objetivo de este Trabajo Fin de Master es la realización de un mapa de suelos semidetallado del Polígono de Riego de La Violada y evaluar las unidades de suelos definidas para determinar las propiedades más relacionadas con los flujos de agua en suelo: conductividad hidráulica, capacidad de campo y punto de marchitez, entre otras. El proceso seguido consta de 5 fases: (1) análisis de la cartografía precedente [Fotointerpretación estereoscópica (Vuelo USAF 1957), mapas geológico y geomorfológico (ITGE, 1995), mapa de suelos de Torres (1983)]; (2) descripción de 34 perfiles de suelo mediante calicatas abiertas con retroexcavadora y toma de muestras (110); (3) compleción de las observaciones de las calicatas mediante sondeos (33 sondeos); (4) campaña de medición de la conductividad hidráulica saturada por el método inverso en las principales unidades de suelos; y (5) representación cartográfica de los resultados. En total se realizaron del orden de 3000 determinaciones analíticas la mayoría en el laboratorio del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) del departamento de Suelos y Riegos o bien en un laboratorio externo debidamente cualificado. De acuerdo con Soil Taxonomy System (Soil Survey Staff, 2010) se establece la delimitación de 13 unidades de suelo y su clasificación hasta un nivel de familia. Posteriormente las unidades han sido evaluadas según sus características hidrológicas que han permitido la elaboración de mapas temáticos (pedregosidad, familias texturales, CRAD, conductividad hidráulica saturada, (Ks) contenido en yeso, contenido en carbonato cálcico equivalente y materia orgánica). El resultado final de este trabajo es un inventario de las 13 unidades de suelos que forman la zona regable de La Violada junto con una base de datos tipo SIG con las propiedades más relacionadas con los flujos de agua en el suelo. Esta información puede emplearse como base de partida en la aplicación de modelos hidrológicos conceptuales o distribuidos con los que se podrá modelizar el régimen hídrico antes y después de la transformación del sistema de riego. En conjunto, en la zona regable dominan los suelos de textura fina y permeabilidad moderada, si bien se observan diferencias apreciables entre las unidades establecidas. Las unidades de suelos definidas pertenecen a 5 sub-grupos según Soil Taxonomy: Calcixerept típico (A); Calcixerept petrocálcico (B); Haploxerept gypsico (C); Xerorthent típico (D); y Xerofluvent típico (E). Los Calcixerept y Xerorthent dominan las zonas más elevadas de la zona y se caracterizan por los valores más bajos de CRAD y más altos de Ks, texturas más gruesas (desde fina a esquelético franca; en general, franca) una mayor pedregosidad y niveles más bajos de materia orgánica, MO. Los suelos del fondo de los valles (Haploxerept) y de laderas aluviales-coluviales (Xerofluvent) presentan una CRAD elevada, asociada a permeabilidades (Ks) bajas, texturas finas o limoso-finas, ausencia de elementos gruesos y niveles algo mayores de MO. Las diferencias entre estas dos grandes áreas deben tenerse en cuenta para la planificación del riego.