Resumen: El texto propone una aproximación a los conceptos fundamentales de la arquitectura política negriana, siempre ocupada en pensar la manera de sustraer la potencia al poder, atenta a la transversalidad del gesto marxiano que la recorre: aquel que subraya la interdependencia entre el sentido de una teoría y la praxis con la que se corresponde, el más propio de una ontología del ser social, encaminada a mostrar, no demostrar, las posibilidades de superación del capitalismo a partir de una filosofía de lo actual. En este sentido, el análisis señala la deuda de Antonio Negri con el pensamiento operaísta y sus afinidades con algunos planteamientos de Foucault y Althusser, entendiendo que resultan fundamentales en la reformulación de su leitmotiv: la potencia, ahora es entendida como potencia biopolítica de la multitud de los pobres, enfrentada al poder, que ahora es entendido como biopoder imperial.