Abstract: El objetivo principal de esta tesis doctoral es la comparación de los resultados obtenidos mediante dos técnicas quirúrgicas en el tratamiento del astigmatismo corneal moderado en pacientes con cataratas. La primera técnica quirúrgica es la facoemulsificación con incisiones corneales perforantes enfrentadas en el meridiano más curvo de la córnea, con implante de una lente intraocular con corrección esférica en saco capsular. La segunda técnica consiste en la facoemulsificación con implante de una lente intraocular tórica en el saco capsular. La visión tiene un gran impacto sobre la vida de las personas. Diversos estudios han mostrado que una mala función visual repercute negativamente en la calidad de vida, generando problemas tales como dificultad en la realización de las actividades cotidianas, aislamiento social o depresión. , La baja agudeza visual es el factor que más influye en el deterioro de la calidad de vida de los pacientes, aunque hay problemas como las cataratas, los defectos refractivos no corregidos, el glaucoma o la retinopatía diabética, que provocan por sí mismos una pérdida de capacidad funcional, además de la causada por el deterioro visual que generan. La catarata consiste en la opacificación del cristalino. Cuanto mayor es el grado de opacificación, más pérdida de visión se produce y, por tanto, mayor deterioro de la calidad de vida ocasiona. La inmensa mayoría de las cataratas están relacionadas con el proceso de envejecimiento, aunque también se asocian a la exposición a la radiación solar, a factores tóxicos, traumatismos, factores genéticos, tratamiento con determinados fármacos y ciertas enfermedades sistémicas y oculares. Además, las cataratas suponen la primera causa de ceguera evitable en el mundo y, en países en vías de desarrollo, la principal causa de ceguera, evitable o no. El aumento de la edad media de la población hace que se incremente el número de personas afectas de cataratas, convirtiendo éste en uno de los primeros problemas de orden socio-sanitario en el mundo. La extracción de catarata mediante la técnica de facoemulsificación seguida del implante de una lente intraocular (LIO) es, probablemente, el procedimiento quirúrgico más realizado en el mundo. Los progresivos avances técnicos en dicha intervención quirúrgica, así como el uso de fórmulas biométricas cada vez más exactas y el implante de lentes de mayor calidad, permiten la extracción del cristalino opacificado de forma poco invasiva, a través de una incisión de menos de 3 milímetros, lo que facilita una recuperación y rehabilitación visual mucho más rápida que con otras técnicas y con muy buenos resultados refractivos, logrando alcanzar la emetropía con frecuencia. La cirugía de cataratas, ya sea con o sin implante de LIO, lleva consigo una mejora en la calidad de vida de los pacientes operados, aunque este impacto es mucho mayor cuando se asocia el implante de una LIO. Los defectos de refracción son una de las causas más frecuentes de baja visión corregible en el mundo. Su falta de corrección supone una pérdida de capacidad funcional en aquellos que los padecen. El astigmatismo es un defecto refractivo en el que los rayos de luz procedentes de un objeto situado en el infinito no se enfocan en un solo punto, sino en dos líneas focales. Se produce porque no todos los meridianos del sistema óptico tienen el mismo poder de refracción, principalmente por variaciones en la curvatura de la córnea o del cristalino. Su corrección se suele realizar mediante una lente cilíndrica (tórica) o una lente de contacto tórica, aunque en ocasiones se utiliza una lente esférica, denominada equivalente esférico del cilindro. Existen múltiples técnicas quirúrgicas para el tratamiento del astigmatismo, la mayoría de las cuales actúan modificando la curvatura corneal. Las más utilizadas incluyen el tratamiento mediante láser excimer (LASIK, PRK, epi-LASIK, LASEK), la cirugía incisional (incisión en el meridiano más curvo, incisiones perforantes enfrentadas, incisiones relajantes limbares, arcuatas), implante de anillos intraestromales, suturas compresivas y resecciones en cuña. Estas técnicas pueden asociarse a la cirugía de cataratas en aquellos pacientes que presenten cataratas y astigmatismo. El implante de una lente intraocular tórica permite el tratamiento simultáneo de la catarata y el astigmatismo, sin tener que modificar sustancialmente la técnica quirúrgica habitual de la facoemulsificación con implante de lente en saco capsular. Estas lentes añaden la corrección del astigmatismo a su potencia esférica. El astigmatismo no corregido en los pacientes operados de cataratas provoca una disminución en la capacidad funcional, dificultad en actividades como la conducción y la lectura, así como un aumento en las caídas y pérdida de independencia en los pacientes ancianos. Ya que el astigmatismo corneal es mayor de 1,25 dioptrías en más del 20% de los pacientes que van a ser operados de cataratas, parece lógico intentar tratarlo durante la cirugía, para así lograr mejorar su calidad de vida y dotarles de una mayor independencia tras la misma.