Resumen: Recordemos que Francisco de Goya elaboró las Pinturas negras sobre los muros de su propia casa, denominada la Quinta del Sordo, entre el mes de febrero de 1819, cuando adquiere la propiedad del inmueble, y junio de 1824, coincidiendo con un decreto de amnistía al que se acogió para abandonar España e instalarse definitivamente en Burdeos hasta su fallecimiento en 1828. En trabajos científicos publicados con anterioridad al actual se ha acreditado que cuando Goya se alojó en la Quinta del Sordo a principios de 1819 sus paredes ya albergaban una serie de pinturas murales que representaban espacios abiertos, muy habituales en las fincas de recreo y descanso de este periodo (Glendinning, 1975, 1992, 1986, 2004) (Foradada, 2010). El edificio de la Quina lo había construido Anselmo Montañés tras la compra de las tierras el 8 de noviembre de 1795.2 Cuando falleció Anselmo Montañés, en la primavera de 1803, su viuda vendió la Quinta a Pedro Marcelino Blanco, y éste a Francisco de Goya en 1819. En ese momento, el pintor decidió ampliar la casa añadiendo en la parte derecha del edificio un módulo para la escalera que comunicaba la planta baja y el primer piso (Foradada 2019a y 2019b), así como las caballerizas y los alojamientos para el personal del servicio y de los hortelanos que cuidaban las tierras, que se extendían algo más de cinco hectáreas alrededor de la casa. Idioma: Español DOI: 10.5281/zenodo.7644660 Año: 2021 Publicado en: Arte y sociedad 20 (2021), 50-78 ISSN: 2174-7563 Tipo y forma: Artículo (Versión definitiva) Área (Departamento): Área Pintura (Unidad Predepartam. Bellas Ar.) Área (Departamento): Área Dibujo (Unidad Predepartam. Bellas Ar.)