Resumen: En la era de las Tecnologías de la Relación, la Información y la Comunicación, bautizadas con el acrónimo TRIC, se ha producido una gran revolución en términos de cantidad y calidad informativa. La oferta ciclópea de contenidos provoca sobresaturación, un empacho de impactos constantes creados por millones de fuentes, que genera un gran volumen de contaminación informativa. La vorágine y celeridad en los ritmos con los que circulan los mensajes provoca desenfreno en usos y consumos, al tiempo que redunda en el procesamiento de la información mediante atajos cognitivos que impiden analizar y profundizar en el sentido de los mensajes. La desinformación es una pandemia para la que la sociedad no está preparada y es necesario atenderla, pues supone uno de los grandes peligros para la desestabilización ciudadana, pone en amenaza las libertades públicas y la democracia. La alfabetización mediática es la fórmula para dotar de los mecanismos de defensa ante esta enfermedad social en mayúsculas. Saber filtrar la información y contrastar fuentes es necesario para despertar la crítica en la retina. Al mismo tiempo, es necesario que los ciudadanos y ciudadanas como agentes creadores de mensajes sean conscientes de la trascendencia que tienen los contenidos que emiten y sepan medir el posible impacto de aquello que producen, asumiendo la autoría con criterio y responsabilidad. Idioma: Español DOI: 10.3145/thinkepi.2023.e17a47 Año: 2023 Publicado en: Anuario Think EPI 17, 1 (2023), 1-4 ISSN: 1886-6344 Tipo y forma: Article (Published version) Área (Departamento): Área Periodismo (Unidad Predepartam. Period.Co.)