Página principal > Tesis > Efectividad de un Programa de Psicoeducación y Modificación del Estilo de Vida en la prevención y tratamiento de la depresión en atención primaria. Ensayo clínico aleatorizado
Resumen: Introducción: La depresión mayor es una patología de alta prevalencia que, actualmente, es una de las principales causas de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga mundial de morbilidad. El inicio y continuación de la depresión están relacionados con factores biológicos y psicosociales, muchos de los cuales están relacionados con aspectos del estilo de vida. Los programas de promoción de la salud y modificación del estilo de vida (LMPs, por sus siglas en inglés) pueden ser efectivos para reducir la sintomatología depresiva. Por otro lado, algunos determinantes psicosociales tienen un impacto en el cambio de comportamiento relacionado con la salud de las personas. Estos determinantes incluyen diversos factores personales como el sentido de coherencia, la activación respecto a la salud, la alfabetización en salud, la autoeficacia y la procrastinación. El objetivo principal de esta tesis fue analizar la efectividad de un LMP (TAU+LMP) y un LMP junto con el uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TAU+LMP+ICTs, por sus siglas en inglés), en comparación con el tratamiento habitual (TAU, por sus siglas en inglés) para la disminución de la sintomatología depresiva. Las intervenciones se ofrecieron como un tratamiento adyuvante administrado en Centros de Atención Primaria de Salud (APS) para personas con síntomas de depresión. El objetivo secundario fue el de analizar la relación entre los factores personales, estilos de vida y síntomas depresivos. Por último, debido a la situación excepcional provocada por la pandemia, se hizo necesario estudiar el posible impacto del confinamiento por la COVID-19 en las personas participantes y, por ende, la posible influencia que éste pudiera tener en los resultados de la presente tesis, en función de los determinantes sociales de la salud (DSS). Métodos: Se realizó un ensayo clínico aleatorizado (ECA), pragmático, multicéntrico y de etiqueta abierta. Las personas participantes fueron reclutadas de varios centros de APS. Se invitó a participar en el estudio a personas que visitaron a su médico o a su médica de familia por cualquier motivo y que cumplieron con los criterios de inclusión [obtener una puntuación de 10 a 30 puntos en el Inventario de depresión autoaplicado de Beck II (BDI-II)]. El TAU+LMP consistió en seis sesiones grupales semanales de 90 minutos cada una enfocadas en mejorar el estilo de vida. El TAU+LMP+ICTs replicó el formato del TAU+LMP, más la adición de un reloj inteligente portátil que registraba los minutos diarios caminados y los patrones de sueño. La sintomatología depresiva medida con el BDI-II fue la variable principal. Las variables de estilo de vida (ejercicio físico y sedentarismo, adherencia a la dieta mediterránea y calidad del sueño), el apoyo social y los factores personales (autoeficacia, activación del paciente en su propia salud, sentido de coherencia, alfabetización en salud y procrastinación) se consideraron variables secundarias. Las variables de midieron antes y después de la intervención, y en seguimientos a los 6 y 12 meses. Un total de 188 personas participantes aceptaron formar parte del estudio y fueron aleatorizadas. En primer lugar, se realizaron análisis descriptivos, univariados y análisis de covarianza (ANCOVAs) con los resultados de los cuestionarios administrados al inicio del estudio (antes de la intervención -pre-) e inmediatamente después de la intervención (posterior a la intervención -post-) para comprobar la existencia de diferencias estadísticamente significativas entre los programas de intervención y el TAU. En segundo lugar, se utilizaron modelos mixtos lineales, con una intersección aleatoria y una covarianza no estructurada para evaluar la efectividad de las intervenciones en comparación con el TAU para la reducir la sintomatología depresiva y mejorar los estilos de vida, tanto en el seguimiento de los 6 meses como en el de los 12. En tercer lugar, se realizó un análisis de datos secundarios (SDA, por sus siglas en inglés) con los datos recopilados al comienzo del ECA. Para ello, se utilizó una muestra de 226 personas y se realizaron análisis descriptivos, bivariados, multivariados y de moderación. Por último, se realizaron 52 entrevistas telefónicas estructuradas sobre el impacto del confinamiento en la salud mental de las personas participantes y se analizó el discurso de manera cualitativa. Primero, el audio de las entrevistas se grabó digitalmente y se realizó una transcripción literal de las mismas. Posteriormente, se llevó a cabo un análisis de contenido inductivo para identificar y analizar los temas que surgían de las entrevistas. Resultados: En cuanto al análisis de los datos pre-intevención y post-intervención, hubo una reducción significativa de la puntuación del BDI-II en los grupos TAU+LMP y TAU+LMP+ICTs en comparación con el TAU (B = -9,703, p < 0,001 y B = -8,742, p < 0,001, respectivamente). También hubo una mejora significativa de los estilos de vida y los factores personales en ambos grupos de intervención. Sin embargo, solo el grupo TAU+LMP mostró una mejora significativa de la calidad de vida, y solo el grupo TAU+LMP+ICTs mostró una reducción significativa de la procrastinación. Además, no hubo una mejora significativa del sedentarismo ni de la alfabetización en salud en ningún grupo. Con respecto al seguimiento a los 6 meses, ambas intervenciones (TAU+LMP y TAU+LMP+ICTs) mostraron una reducción estadísticamente significativa de los síntomas depresivos en comparación con el TAU (b = -3,38, p < 0,001 y b = -4,05, p < 0,001, respectivamente). Estas reducciones tenían un tamaño del efecto moderado. En el TAU+LMP+ICTs hubo un aumento significativo en cuanto a minutos de caminata a la semana (b = 99,77, p = 0,005) y adherencia a la dieta mediterránea (b = 0,702, p < 0,001). En el TAU+LMP hubo una disminución significativa en cuanto a la mala calidad del sueño (b = -1,24, p = 0,006). Acerca del seguimiento a los 12 meses, el grupo TAU+LMP+ICTs mostró una reducción estadísticamente significativa en los síntomas depresivos (b = -2,68, p = 0,001) y sedentarismo (b = -37,38, p = 0,004) en comparación con TAU. En cuanto al análisis basal de los datos, se obtuvo que el bajo sentido de coherencia (b = -0,172; p < 0,001), mala calidad del sueño (b = 0,179; p = 0,008), baja activación respecto a la salud (b = -0,119; p = 0,019) y sedentarismo (más minutos sentados al día) (b = 0,003; p = 0,025) son predictores de tener más síntomas depresivos. Los análisis de moderación no fueron significativos. En lo que concierne al estudio cualitativo, se observó cómo la salud mental de las personas participantes durante el confinamiento se vio afectada por las condiciones de vivienda, los espacios públicos para socializar, el apoyo social, las responsabilidades de cuidado, las tecnologías digitales y el acceso a servicios de atención médica. Discusión: El estilo de vida y los factores personales están relacionados con la sintomatología depresiva. Los análisis de datos basales revelaron que el sentido de coherencia, el nivel de activación del paciente, el sedentarismo y la calidad del sueño explicaban el nivel de sintomatología depresiva. A corto plazo, los LMPs realizados en centros de APS fueron efectivos para reducir la sintomatología depresiva y mejorar el estilo de vida y los factores personales en comparación con el TAU. A los 6 meses, los LMPs siguen siendo efectivos para reducir los síntomas depresivos y tienen un impacto positivo en el cambio de varios factores de estilo de vida. A los 12 meses, solo el LMP junto con el uso de TICs fue efectivo para reducir la sintomatología depresiva y el sedentarismo en comparación con el TAU. Por otro lado, los DSS tuvieron un impacto considerable en la salud mental de las personas durante la pandemia de COVID-19. Estos hallazgos indican que estas intervenciones pueden ser estrategias prometedoras para los centros de APS. Se necesita más investigación para mejorar la adherencia a las recomendaciones de estilo de vida y la interrelación entre los estilos de vida, los factores personales y la depresión.