Factores de localización de la inversión extranjera directa: Importancia e influencia en el comportamiento inversor de las empresas europeas en España

Fleta Asín, Jorge
Ramírez Alesón, María Luisa (dir.)

Universidad de Zaragoza, 2012


ISBN: 978-84-697-0808-8


Resumen: El interés por el estudio de la Inversión Extranjera Directa (IED) es notable, ya que muestra una tendencia creciente que se ha acelerado en los últimos años, como consecuencia de la liberalización del comercio a nivel mundial y por el fenómeno de la globalización. De entre todas las economías, son las más desarrolladas las que reciben una mayor cantidad de IED respecto a las que están en vías de desarrollo y en transición. A pesar de su importancia, muchos de los estudios analizan la IED como una macromagnitud, sin estudiar el comportamiento que tienen las empresas que la llevan a cabo. Otro gran número de estudios analiza la IED recibida en una economía procedente de un único país (p.e. son numerosos los estudios de la IED japonesa en EE.UU.), inversiones recibidas en zonas en desarrollo (p.e. atracción de IED en Latinoamérica o China), así como las inversiones que realiza una economía en un conjunto determinado de países (p.e. Estados Unidos en el resto del mundo). Sin embargo, son escasos los estudios que analizan la IED realizada por un conjunto de países desarrollados en otra localización con el mismo grado de desarrollo, como es el caso de las inversiones recibidas por las empresas europeas en España. Así, en España la IED recibida por la Unión Europea de los 27 supuso el 92% sobre el total de la recibida en 2010. Por ello, conocer el comportamiento de las empresas que realizan inversiones en España resultaría de interés para poder establecer estrategias de actuación para atraer inversiones. Por otra parte, la IED no sólo es de interés por el dinamismo alcanzado en los últimos años, sino también por los efectos positivos que genera en las economías donde se localiza. Así, algunos de ellos son la creación de empleos directos, la contribución al crecimiento económico, aumento de la productividad de sectores menos competitivos, transferencia tecnológica y difusión de innovaciones en los países donde se localiza la IED. A estos efectos positivos, se añaden otros que son de gran actualidad. Su atracción también genera otros efectos indirectos, como la mejora de la credibilidad de las políticas gubernamentales al señalar disciplina externa en los mercados y a otros futuros inversores. Un ejemplo de cómo la credibilidad de los gobiernos puede atraer o desincentivar inversiones es el caso de Carrefour en Grecia (Financial Times, 2012), que tomó la decisión de abandonar las inversiones que tenía con un socio local griego por las pérdidas, así como por el clima político y económico que atraviesa el país. A pesar de los efectos beneficiosos, en los estudios académicos no existe un consenso sobre los factores que influirían de forma determinante en la atracción de IED. Así, se encuentran estudios en los que por ejemplo sostienen que unos costes laborales o un tamaño de mercado grande, podrían favorecer dicha atracción. Sin embargo, numerosos estudios empíricos demuestran que esto no ocurre siempre así. Esto podría deberse tanto a la limitación de los enfoques teóricos hasta ahora utilizados, como al conjunto de las economías analizadas que podrían presentar un sesgo de selección por la escasez de los países analizados en conjunto, que dificultaría la generalización de los resultados. Por otra parte, las empresas que realizan IED y deciden localizarse en un entorno concreto, en el momento de acceder a otro mercado deciden tanto el modo de establecimiento (crear una filial o adquirirla) como la estructura de propiedad que adoptarán sobre la misma (propiedad parcial o propiedad total). Esta decisión tiene gran relevancia estratégica porque entre otra serie de cosas, afecta al grado de coordinación de sus actividades desde la empresa matriz, así como la inmediatez con la que pueden comenzar sus actividades. En este sentido, en la literatura se han analizado ambas decisiones, modo de establecimiento y estructura de propiedad, de forma separada a partir de factores de empresa y país. Sin embargo, apenas se ha analizado la relación que existe entre la estructura de propiedad que adopta el inversor (propiedad total o compartida) y la decisión de crear una nueva empresa, o adquirir. De la combinación de ambas decisiones se derivan cuatro modos de entrada que son las adquisiciones totales, adquisiciones parciales, empresas conjuntas y la creación de filiales con posesión total de su capital. Así, existen autores que piensan que ambas decisiones no están relacionadas (Brouthers y Hennart, 2007), mientras que otros autores creen que sí lo están (Kogut y Singh, 1988). El hecho de que ambas decisiones se articulen al mismo tiempo en el momento de acceder al mercado, así como la existencia de factores de empresa y país que afectan de forma transversal a ambas decisiones, mostraría indicios de que ambas decisiones podrían estar interrelacionadas. Además, algunos de los factores país que afectan a dicha modo de entrada son también factores de localización que permitirían atraer la IED. Por ello, resultaría interesante saber si los factores de localización comunes a ambas decisiones podrían influir en las decisiones de modo de establecimiento y estructura de propiedad de forma simultánea. Del mismo modo, los factores país que motivan la localización inicial de la IED y afectan a las dos decisiones del modo de entrada podrían variar a lo largo del tiempo. Los estudios que analizan la variación en la estructura de propiedad conforme varían los factores que la determinaron inicialmente son inexistentes. Con este fin, la Tesis Doctoral se compone de tres capítulos empíricos, cuyos objetivos, contenidos y principales conclusiones se recogen brevemente a continuación. En el primer capítulo, Capítulo 1: Influencia de los factores de localización en el comportamiento inversor de las empresas europeas en España, se persigue establecer las pautas de comportamiento homogéneas en los principales inversores extranjeros en España, que corresponden con las empresas procedentes de Europa. Precisamente, los inversores europeos han invertido más del 60% de la IED realizada en España durante el periodo 1996-2010. Por ello se ha seleccionado una muestra de 416 empresas europeas (alemanas, inglesas, danesas, francesas, suecas, italianas, holandesas, portuguesas, belgas, griegas e islandesas) que realizaron una IED en España durante el 2010. Para llevar a cabo el estudio, no sólo se tienen en cuenta factores internos (características de la empresa) sino también los externos (factores de localización o factores país). En la literatura, generalmente se han utilizado de forma separada en el estudio del comportamiento empresarial. Sin embargo, en este capítulo se analizan conjuntamente y permite identificar qué características deben cumplir las empresas inversoras, y cuáles son los factores de localización más importantes según el país de procedencia de la inversión. Esta caracterización permitirá no sólo conocer mejor la IED realizada sino también facilitar el establecimiento de incentivos de atracción de empresas a determinados sectores, conocer mejor sus posibles efectos en el conjunto de la economía o prever mejor el comportamiento de los inversores extranjeros. Para seleccionar los factores relevantes, tanto internos como externos, se parte de la literatura previa que permite identificar los siguientes como principales. Entre los factores externos o factores que pueden atraer las inversiones se utilizan los siguientes: 1) las diferencias de tamaño entre los mercados de origen y destino; 2) La diferente presión competitiva entre los países; 3) el diferente entorno innovador; y 4) la distancia psíquica. Entre los factores internos o de empresa, se destacan los siguientes que han sido ampliamente utilizado en los trabajos previos: 1) actividad industrial; 2) estrategia de diversificación; 3) implantación de las tecnologías de la información y comunicación (TIC); 4) experiencia organizativa; 5) experiencia internacional; y 6) tamaño. A partir de estos factores se aplica un análisis cluster que identifica 5 perfiles (5 grupos) o 5 tipos de empresa representativa diferentes: 1. La empresa manufacturera experimentada 2. La gran empresa diversificada 3. La empresa especializada en equipos de transporte 4. La empresa de construcción con grandes oportunidades de inversión 5. La empresa joven de servicios. Por otra parte, una vez identificados y caracterizados estos grupos, mediante los perfiles, se estudia si existe una relación entre los diferentes perfiles y las ventajas de propiedad de la empresa y ventajas de localización. Los resultados sugieren que existe cierto efecto moderador entre las ventajas en propiedad que facilitan la IED, las ventajas de localización del mercado de destino respecto al del origen, y la distancia psíquica entre ambas localizaciones (origen y destino). Los resultados obtenidos en este primer capítulo (los perfiles del inversor europeo) pueden ayudar a prever las características de las empresas que invertirán en una localización, según la evolución que se espera de los factores de localización de cada país. También permitiría priorizar o focalizar los esfuerzos hacia la mejora de factores de localización que propicien la atracción de determinadas empresas, como por ejemplo mejorando las políticas informativas y ayudas iniciales hacia aquellos países que presenten mayores factores de atracción hacia nuestros mercados pero que su factor de resistencia sea muy elevado. Una vez definido el perfil de los principales inversores, en el siguiente capítulo, Capítulo 2: Factores de localización de un país para como determinantes de la Inversión Extranjera Directa, se trata de profundizar en aquellas características país que pueden atraer nuevas inversiones. El estudio de los factores de localización ha generado numerosos trabajos, pero se ha caracterizado porque analizan los factores individualmente (p.e. costes laborales, riesgo país, etc.), aplicados a una economía o un conjunto reducido de ellas, y sin utilizar un marco teórico que permita valorar la importancia de todas ellas en su conjunto. Por ello, en el presente capítulo se parte del marco teórico propuesto en la Teoría de la Senda de Desarrollo ¿IDP- (Dunning, 1981, 1986, 1993; Narula, 1996; Dunning y Narula, 1996; Durán y Úbeda, 2001, 2005a) que establece una serie de etapas que van de menor a mayor grado de desarrollo, por las que van transitando las economías y que condicionan su posición neta inversora. Cada una de las etapas se asocia a unos factores de localización que son los que motivan la inversión (Narula y Dunning, 2000) y que son definidos por Dunning (1998). Todo ello se aplica a una muestra de 119 mercados geográficos. El estudio de los factores de localización de las IEDs sobre un conjunto tan amplio de economías no ha sido objeto de estudio hasta el momento, por lo que este trabajo supone una oportunidad para comprobar la importancia de la mayoría de los factores establecidos en la literatura de forma aislada. Para seleccionar los factores de localización clave, se parte de la revisión de la literatura previa que proporciona argumentos teóricos y evidencia empírica para numerosos factores. En este capítulo, no sólo se tienen en cuenta los principales factores de localización identificados en la literatura, sino que se trata de identificar (y comprobar) su diferente importancia según sea la etapa de desarrollo en la que se encuentra el país inversor. Así, se establece y justifica que en las primeras etapas de desarrollo (Etapas 1 y 2 de la IDP) los factores que tendrán más importancia para atraer las nuevas IED serán: 1) la mayor disponibilidad de recursos naturales; 2) la mejor disponibilidad de instituciones en los mercados; 3) la mejor disponibilidad de infraestructuras; 4) la mayor estabilidad macroeconómica; 5) la mejor dotación de servicios básicos de educación y sanitarios; y 6) el mayor tamaño del mercado. En la Etapa 3 destacarán factores como: 1) la mayor disponibilidad de mano de obra; 2) la mayor eficiencia del mercado laboral; 3) la mayor eficiencia del mercado de bienes; 4) el mayor desarrollo de los mercados financieros; y 5) la mayor capacidad de adaptación tecnológica. Finalmente, las últimas etapas (Etapa 4 y 5) vendrán caracterizadas principalmente por dos tipos de factores que propician la creación de ventajas en propiedad en un entorno competitivo e innovador: 1) la mayor capacidad innovadora; y 2) la mayor sofisticación empresarial. Para cada uno de estos factores, en su etapa correspondiente, se justifica y propone una hipótesis, presentando, por tanto, un total de 13 hipótesis. Para su contrastación se plantea un modelo general que permita no sólo identificar la importancia o no de los factores como determinantes de la atracción de la inversión, sino que permite establecer su mayor importancia en las etapas que predice la teoría. Cada uno de estos factores se mide a través del factor con su mismo nombre proporcionado en los Informes de Competitividad del Foro Económico Mundial. Esta fuente proporciona información homogénea para el conjunto de países de la muestra y permite incorporar un gran número de factores. Los resultados de cada uno de los modelos (uno por hipótesis) confirman que la mayoría de los factores de localización son determinantes de la entrada de inversiones extranjeras directas (excepto la estabilidad macroeconómica y la sofisticación empresarial), sino también que su importancia difiere según el grado de desarrollo de la economía receptora. Así, en las primeras etapas parece que sólo la diferencia en el tamaño de mercado tiene un efecto en la atracción de las inversiones. Sin embargo, en la Etapa 3 se obtiene que todos los factores establecidos (excepto la tecnología) presentan el efecto esperado. Finalmente, en las últimas etapas los resultados no confirman que la innovación y la sofisticación empresarial tengan un efecto determinante como factores atrayentes de las inversiones en países ampliamente desarrollados. Estos resultados son novedosos y aunque en la literatura previa hay trabajos que analizan los factores de localización, el presente difiere sustancialmente de todos ellos, lo que le permite contribuir a un mayor conocimiento en la atracción de inversiones extranjeras directas. Finalmente, en el Capítulo 3: Modo de entrada de la inversión extranjera directa europea en España, se trata de dar respuesta a la relación que presentan las dos decisiones de modo de entrada expuestas previamente: modo de establecimiento (crear una filial o adquirirla) y estructura de propiedad (total o compartida). Para ello, se revisan factores de empresa y factores de localización de país, que afectan a ambas decisiones y que en la literatura se estudian por separado. Posteriormente, se plantea un conjunto de hipótesis en las que se prevé cada una de las cuatro formas concretas que la empresa adoptará para acceder al mercado (resultante de combinar las dos decisiones: empresa conjunta, adquisición parcial, adquisición total o creación de una filial con plena propiedad). Para ello, se selecciona una muestra de 152 empresas europeas que accedieron al mercado español durante el periodo 2005-2010 para contrastar las hipótesis. Con este fin se plantea un modelo logit multinomial, cuya variable dependiente es cada una de las cuatro formas posibles de acceso al mercado mediante IED, y las variables dependientes son las que aproximan los factores de empresa y de país con los que se establecían las hipótesis. Los resultados muestran que existen factores de empresa que influirían en el modo de entrada al mercado como son el tamaño de la empresa, la experiencia con la que cuenta, el tamaño de la filial sobre la que se invierte. Además los factores país como son la distancia cultural, el diferencial de crecimiento y de I+D entre el país origen y destino del inversor también influirían en el modo de entrada. Posteriormente, se plantea un análisis de contingencia para explorar si la decisión de crear una filial o adquirirla depende de la estructura de propiedad que el inversor adoptaría. Tras el análisis, del que se desprende que ambas decisiones están interrelacionadas, se realiza un logit binomial cuya variable dependiente es crear una filial frente a adquirirla, y se introduce como variable explicativa la estructura de propiedad. Los resultados indican que tanto la diversificación de la actividad de la matriz respecto a la filial, como la estructura de propiedad adoptada y el diferencial de crecimiento entre países son significativos para determinar el modo de establecimiento Además, para responder a la cuestión de si la variación de los factores localización de país afectan a la variación de la estructura de propiedad, se lleva a cabo un análisis Tobit censurado, para comprobar si la estructura de propiedad en el momento de entrada varía conforme lo hacen los factores país que determinaron su estructura inicial. Los resultados, indican que el diferencial de crecimiento sí que sería significativo, mientras que el diferencial de I+D no lo sería.

Pal. clave: inversión exterior ; inversión extranjera directa ; empresas extranjeras ; factores de localización

Área de conocimiento: Organización de empresas

Departamento: Dirección y Organización de Empresas

Nota: Presentado: 15 10 2012
Nota: Tesis-Univ. Zaragoza, Dirección y Organización de Empresas, 2012

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 Registro creado el 2014-11-20, última modificación el 2019-02-19


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