Resumen: Actualmente, el comercio electrónico es esencial en la economía global, transformando la interacción entre negocios y consumidores y planteando desafíos y oportunidades fiscales, especialmente respecto al Impuesto del Valor Añadido. La Unión Europea ha implementado reformas para un marco fiscal equitativo y eficiente, adaptado al comercio electrónico transfronterizo. Este tipo de comercio permite transacciones virtuales de bienes y servicios, superando barreras geográficas y temporales, y ofrece características como disponibilidad constante, personalización y acceso global. Sin embargo, su crecimiento ha generado complejidades en regulación y fiscalidad, lo que ha llevado a la Unión Europea a regular aspectos como la protección de datos y los derechos del consumidor mediante directivas y reglamentos específicos. El comercio electrónico se clasifica en off-line y on-line, siendo este último el más común. Incluye transacciones realizadas íntegramente en plataformas digitales. Los gestores administrativos son cruciales en la gestión fiscal del comercio electrónico, ayudando a empresas a cumplir con las leyes y optimizar operaciones, especialmente en la declaración y liquidación del Impuesto del Valor Añadido a través de sistemas como la ventanilla única.