Resumen: Los incendios forestales constituyen un factor de transformación determinante en los paisajes mediterráneos, por lo que conocer cómo evoluciona la severidad en el tiempo y en el espacio es clave para diseñar medidas de prevención, restauración y planificación adaptativa. Este trabajo analiza la alta severidad en la superficie forestal de Aragón (1985–2024) mediante teledetección Landsat y métricas de paisaje; la severidad se estimó con RdNBR a partir de pares pre/postfuego del mismo periodo fenológico (perspectiva de corto plazo), se reclasificó con umbrales validados para pinares mediterráneos (Tanase et al., 2011) y se limitó a la superficie forestal utilizando como máscara los perímetros quemados del proyecto PaF. Se calcularon métricas de paisaje (FRAGSTATS, s. f.) a nivel de clase (C2, porcentaje en el paisaje; C5, índice de forma del paisaje; C7, índice de cohesión; C8, nº de parches; C9, densidad de parches) y a nivel paisaje (L4, Shannon; L5, Simpson). Para la detección de tendencias se utilizó Mann–Kendall (α = 0,05) y la pendiente de Sen. Los resultados muestran valores elevados de alta severidad durante todo el periodo con una media interanual de C2 = 68,2 % con fuerte variabilidad interanual y una tendencia creciente pero no significativa. En términos de configuración del paisaje, se observa un aumento significativo de la densidad de parches (C9), incremento no significativo del número de parches (C8), cohesión elevada pero estable (C7), índice de forma sin tendencia (C5) y diversidad de severidades estable (L4, L5). En conjunto, el paisaje quemado presenta un aumento de la fragmentación de la alta severidad (más parches pequeños) pero mantiene un mosaico heterogéneo de severidades. Este patrón sugiere una gestión prefuego orientada a reducir el número y la dispersión de focos actuando en puntos calientes mediante mantenimiento regular del combustible; y, posfuego, intervenir tempranamente en parches pequeños para estabilizar suelos y acelerar la revegetación, preservando la heterogeneidad del paisaje como barrera frente a futuros incendios.