TAZ-TFM-2014-648


El aire como materia: sus nuevos laboratorios

Pérez Díaz de Arcaya, Edurne
Pérez Herreras, Javier (dir.)

Universidad de Zaragoza, EINA, 2014
Departamento de Unidad Predepartamental de Arquitectura, Área de Proyectos Arquitectónicos

Máster Universitario en Arquitectura

Resumen: Los avances de la ciencia han provocado desde comienzos del siglo pasado un importante cambio sobre la visión del mundo que habitamos. La ciencia abandona los estados ideales, y se enfrenta a la explicación de fenómenos contingentes propios de una realidad compleja. Las nuevas teorías y descubrimientos se van encadenando a lo largo del S XX tratando de hacer cada vez más comprensible un mundo cambiante e imprevisible En 1.904 el joven físico Ludwing Prandtl descubrió fruto de sus investigaciones, la alteración que otros elementos ejercían sobre el aire, un aire que ya en 1.647 la ciencia, de la mano de Pascal, había revelado como elemento material diferente al vacío. Prandtl nos muestra la existencia de un aire viscoso, fluido y susceptible de ser manipulado en presencia de un sólido. Este hallazgo ofrecerá una nueva materia de trabajo a los artistas europeos, que miran fascinados los prolijos resultados que la experimentación científica arroja sobre un mundo en permanente cambio, tal y como relata Fontana el Manifiesto Blanco de 1.946. La situación convulsa que vive la sociedad europea, demanda un cambio en el arte y en su método, como ya adelantaba Ortega y Gasset en 1.929. En palabras de Lucio Fontana "se requiere un cambio en la esencia y en la forma [...] Se necesita un arte mayor acorde con las exigencias del espíritu nuevo" (Manifiesto blanco, 1.946). El atelier europeo, aquel lugar de cuidada producción artesanal se transforma en laboratorio de arte, donde el método, la investigación, primará sobre el resultado, tesis que recoge K. C. Reynolds en su ensayo sobre J. Dewey y J. A. Rice. Artistas como Jorge Oteiza, Max Bill o J. Navarro Baldeweg se referirán a su obra como trabajo de laboratorio (como laboratorio de tizas, piezas de laboratorio o La Mesa, respectivamente). El nuevo objeto de trabajo -un aire material- y el método científico que emplean ahora los artistas para desvelarlo y manipularlo viajarán al nuevo continente en busca del espíritu nuevo al que Fontana se refiere. América representa la ruptura con lo conocido, con la modernidad europea, y proporciona el clima de progreso que una Europa ocupada en superar la guerra no puede ofrecer. Los laboratorios del arte comienzan a explorar el nuevo medio material. Poco a poco los trazos que marcan los artistas abandonan el lienzo para probar a ser soportados por un aire viscoso. Las imágenes que aportan los nuevos microscopios revelan el sueño de un aire capaz de soportar estructuras y los dibujos de Paul Klee o Picasso se liberan del papel para ser construidos en el aire, por Fausto Melotti, Alexander Calder o Gego. Artistas como Fontana o Gego relatan en sus escritos la necesidad de abandonar el plano clásico en búsqueda de un arte nuevo, buscando un lugar real más allá del lienzo inerte (Nori, Joppolo, García, 1.998.). Los nuevos laboratorios del arte se establecen en el nuevo continente, atraídos por un lugar sin herencias, sin pasado y que ha depositado toda su esperanza de construir un nuevo mundo en el método científico, en la experimentación. Surgen nuevas universidades, como el Black Mountain College en Carolina del Norte donde se impartirá la enseñanza de un método y no de una materia. La experimentación como camino comienza a dar interesantes frutos como los performances, que recorren todas las disciplinas, desde la danza hasta la arquitectura. Aunque el BMC será denominado como "la Bauhaus americana" se aleja del modelo europeo, optando por la experimentación en vez de la producción. En sus 23 años de existencia, el BMC reúne a figuras como B. Fuller, J. Cage o D. Judd. Atraídas por la ciencia, un aire material y el método del laboratorio, otras universidades comienzan a experimentar los fructíferos resultados que este camino es capaz de aportar al arte y a la investigación de espacios habitables. El ejemplo llevado a cabo en la Universidad de Pennsylvania por Le Ricolais, Louis I. Kahn y Anne Tyng en el City Tower representa uno de los primeros trabajos de laboratorio en la arquitectura, en el que un aire material será capaz de soportar las estructuras alámbricas y ahora habitables que sus colegas europeos soñaron en los primeros laboratorios de arte. Y sumándonos a este sueño, tomamos prestada la expresión de Toyo Ito, ¡Qué atractivo sería, si existiera, una arquitectura del viento [...] que flota en el aire!

Tipo de Trabajo Académico: Trabajo Fin de Master

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El registro pertenece a las siguientes colecciones:
Trabajos académicos > Trabajos Académicos por Centro > Escuela de Ingeniería y Arquitectura
Trabajos académicos > Trabajos fin de máster



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