Resumen: Durante la primera mitad del siglo I a.C., la República romana asistió a la agudización de una crisis que venía sufriendo desde la centuria anterior, y que afectó a su orden social, estructura administrativa y equilibrio financiero, lo cual tuvo su efecto sobre su práxis política. Es en este contexto donde se ubica la figura de Cneo Pompeyo, un militar romano que logró desarrollar una trayectoria política al margen de toda la normativa establecida para el desempeño de los cargos públicos en Roma. Fue protagonista de su tiempo, celebrando hasta tres triunfos en la Urbs, ocupando hasta tres veces la más alta magistratura del cursus honorum, una de ellas en solitario, y poseyendo una de las más grandes fortunas de su época. Además, Pompeyo coincidió con algunos de los problemas que padecía Roma, como la piratería en el Mediterráneo, los ataques de Mitrídates VI en Asia Menor o el deficiente abastecimiento de la capital del Imperio. También Pompeyo sentó las bases de la posterior administración durante el Principado, recorriendo la mayoría de provincias y organizándolas, fundando ciudades, estableciendo pactos y trasladando población. Es por ello que el estudio de su persona es tan necesario, ya que puede ofrecernos una visión clara de las contradicciones de Roma en una época de cambio.