Abstract: El relato de la Transición hegemónico en España hasta finales de los años noventa y cuya explicación fundamental del proceso de cambio político ha sido asumido por el relato que desde entonces le disputa el espacio público, bebe en gran medida de las memorias políticas publicadas por los ex dirigentes reformistas franquistas a lo largo de la década de los ochenta. El relato de la Transición que atraviesa estas memorias considera positivo el proceso de cambio de una dictadura a una democracia en tanto que se llevó efectivamente a cabo. La diferencia con lo que una parte importante de la historiografía sostiene, sin embargo, radica en el hecho de que entienden que el proceso de cambio se realizó con éxito. Según su clave explicativa, el rey Juan Carlos I y los distintos gobiernos “reformistas” cumplieron paso a paso el proyecto de reforma presentado desde las instituciones tras la muerte de Franco y que preveía una transición a la democracia pacífica y desde la legalidad franquista. En cambio, la descripción de los distintos elementos que forman este relato (actores, espacios, ausencias y valoraciones) y su comparación con el relato historiográfico demuestran que la explicación fundamental de la Transición que subyace en estas memorias es insostenible. El proyecto de reforma de Fraga nunca estuvo encaminado al establecimiento de una democracia plena y, por esa razón, fracasó ante la presión popular y de la oposición antifranquista, que actuaban por la consecución del proyecto de ruptura y el cambio total de régimen político. La correlación de fuerzas continuaría condicionando de forma incierta la Transición hasta que se alcanzaron los pactos mínimos que permitieron la convocatoria de las primeras elecciones democráticas y la apertura de un proceso constituyente. Se consumaba la ruptura con la legalidad franquista y de ello habían participado de forma esencial actores sociales y políticos ajenos a las instituciones franquistas, desde donde se ejerció, por otro lado, la violencia política impidiendo en buena parte que el cambio político se produjera de forma pacífica.