Resumen: El proyecto se plantea de manera que el edificio preexistente, La Casablanca, sea la entrada y centro del proyecto. Se realiza un paisaje de canalizaciones o tubos que desembocan en La Casablanca. La entrada del proyecto se realiza a través del edificio existente donde se encuentra el vestíbulo de entrada. Seguidamente, ese vestíbulo te dirige a la plaza distribuidora, nexo de unión entre el edificio antiguo y el nuevo proyecto. Desde esta nueva plaza enterrada, la gente y los visitantes se distribuye por los diferentes tubos o canales enterrados que se supeditan a La Casablanca. El proyecto realiza un diálogo con el agua mediante su conducción. En general, una conducción en superficie responde a una sección en U dejando la parte superior descubierta. En este caso, al necesitar ser habitado y por ende necesitar una cobertura que de lugar al espacio habitado, se estudia la historia de la conducción del agua cuando ésta ha de estar enterrada o cubierta. La forma tradicional para realizar este cometido es la bóveda, que finalmente se emplea para realizar la formalización del proyecto.