Resumen: La prevalencia del cáncer infantil ha disminuido en los últimos años de forma considerable, lo cual no implica que deba olvidarse el impacto que causa dicha enfermedad, ya que afecta a muchos niños en nuestro país (1.941 casos anuales como indican los informes más recientes consultados). Por esta razón, la atención educativa que prestan los maestros a los niños con cáncer es de vital importancia para tolerar en mayor medida la afectación sufrida, puesto que les proporciona un escape de la realidad y un apoyo psicológico y social. Las aulas hospitalarias y la atención domiciliaria permiten que esta atención educativa cumpla con los objetivos deseados a nivel educativo y sanitario. Por último, los factores biológicos incurren tanto en el padecimiento de la enfermedad, como en ciertas consecuencias producidas por la misma. Los factores psicosociales están relacionados con la salud emocional de cada individuo afectado y su influencia en el medio social que viven.