Resumen: El viaje de Mies van der Rohe a Berlín en 1961 para aceptar el encargo de la Galería del Siglo XX representa la etapa final de la trayectoria del arquitecto. El edificio responde al argumento del pabellón estructural sobre una base monolítica de granito. Si la plataforma pétrea encierra los valores eternos del clasicismo, la estructura de acero del pabellón manifiesta el tiempo moderno. El encuentro de Mies con Berlín, en un momento de profundas tensiones políticas entre dos bloques ideológicos enfrentados y con latentes cicatrices de la Guerra, provocará en el arquitecto una postura de exaltación de la realidad que se reflejará en la elección de un emplazamiento enfrentado a las ruinas de la Cancillería de Turismo de Albert Speer. El arquitecto hará del proyecto la construcción de un lugar, extendiendo el plinto de granito como una articulación topográfica capaz de poner en relación los elementos del contexto y levantando sobre su explanada un pabellón estructural abierto a la ciudad para la exaltación del acontecimiento creativo del arte. La construcción del edificio contiene el binomio de lo pesado y lo ligero en un constante juego de oposiciones que intensifica las emociones. La utilización de la tierra como material constructivo, la masividad de los sillares de piedra, la monumental estructura reticular de la cubierta y la tactilidad del roble inglés desvelan una técnica constructiva encaminada a manifestar un código moral donde la esencia del material impera sobre la forma. Más allá de la creación de espacios el arquitecto construye un lugar para observar el alma humana a través de los óleos expresionistas del interior de la plataforma, reivindicando el dinámico transcurrir de los tiempos en las exposiciones temporales del pabellón de acero.