Resumen: ¿Qué es lo que nos puede llevar a nosotros, habitantes del siglo XXI, a recuperar el interés por el pensamiento cínico antiguo? Podemos plantearnos esta pregunta ante la lectura de cualquiera de los diversos textos sobre los cínicos que se han escrito a finales del siglo XX pues, curiosamente, tras más de dos milenios, la filosofía parece haber dado una segunda oportunidad a esta sabiduría de la Antigüedad. Tras permanecer en el exilio filosófico durante gran parte de la historia del pensamiento, el cinismo comenzó a ser recuperado durante la Ilustración, aunque posteriormente también se retomará con fuerza a finales del siglo XX. Lo más interesante de esta reciente fascinación filosófica por los cínicos es que no solamente se ha recuperado el interés por conocer la doctrina original de esta escuela, sino que también se ha producido una nueva lectura de la filosofía cínica en clave contemporánea muy potente para el presente. Para algunos autores contemporáneos que retoman a los cínicos, no es suficiente con conocer los múltiples hechos relatados por Diógenes Laercio, pues también llevan a cabo un análisis reflexivo de estos hechos para tratar de buscar un sentido filosófico que van a intentar reivindicar para el presente. Tal vez, nuestro contexto contemporáneo comparte ciertas inquietudes con la época helenística que dio lugar a la filosofía cínica: una situación de crisis que va más allá de una crisis económica o política, pues conlleva también una crisis del individuo. Por compartir cierta inquietud cultural, quizá esa recuperación del cinismo que se produce en el siglo XX no es casual, sino que puede venir motivada por la necesidad de buscar posibles respuestas en esta sabiduría del pasado que también emergió de una crisis cultural. Así, la vieja escuela cínica se presenta como una oportunidad filosófica para estos autores contemporáneos que han encontrado en ella la posibilidad de generar una conciencia alternativa con la que afrontar algunos problemas culturales que hoy nos acechan. Por tanto, en esta tesis no se propone un estudio histórico del cinismo antiguo al uso, sino más bien una investigación de las lecturas contemporáneas del cinismo tomando como referencia a filósofos de actualidad en los que la influencia del cinismo ha sido determinante. Para ello, a lo largo de la presente tesis se intenta dar respuesta a tres preguntas que la recorren transversalmente: ¿Qué queda de la sabiduría Cínica en el mundo contemporáneo? ¿Qué puede enseñarnos el Cinismo en la actualidad? ¿Cuál puede ser el lugar de la sabiduría Cínica en la filosofía contemporánea? En base a estas tres preguntas, la tesis se ha estructurado en tres bloques. En un primer bloque de análisis histórico, se realiza una descripción del cinismo antiguo y de su recorrido a través de la historia de la filosofía hasta la actualidad, trabajando especialmente sobre las dificultades de transmisión y sobre su curiosa recuperación durante la Ilustración francesa, dos factores importantes para conocer la recepción contemporánea del cinismo. En un segundo bloque, para el estudio contemporáneo de la cuestión, se analizan tres filósofos contemporáneos (Peter Sloterdijk, Michel Foucault y Michel Onfray) que, a finales del siglo XX, dedicaron una etapa importante de sus investigaciones a trabajar en los cínicos. En concreto, indagaremos sobre cómo esas investigaciones de los cínicos antiguos han podido influir en sus enfoques filosóficos personales. Tras analizar esta posible recuperación del cinismo en el siglo XX, en el tercer bloque reflexionaremos sobre las posibilidades de una filosofía cínica en el presente. Para ello, analizaremos las condiciones que han podido favorecer la recepción del cinismo en la actualidad y, a partir de los trabajos de varios filósofos contemporáneos, reflexionaremos sobre las opciones de un posible enfoque filosófico-cínico del presente.