Abstract: Los niños adoptados de Europa del este presentan más alteraciones del neurodesarrollo que la población pediátrica general. Por ello, el trabajo que presentamos ha pretendido lograr un mejor conocimiento de sus alteraciones a nivel oftalmológico, tanto orgánicas como funcionales. La tesis se basa en 4 proyectos, cuya hipótesis común es que cualquier alteración del ambiente perinatal, como la producida por el consumo de alcohol durante la gestación, induce tanto cambios estructurales en las capas de la retina como alteraciones del desarrollo cognitivo visual. Los cambios morfológicos objetivables en las capas de la retina, así como las alteraciones a nivel cognitivo visual, se correlacionan con los rasgos físicos característicos de los niños con trastornos dentro del espectro alcohólico fetal. Es ampliamente conocida la fragilidad del entorno fetal y las graves consecuencias sobre el desarrollo del feto de cualquier perturbación del mismo. Cualquier alteración del desarrollo fetal puede tener consecuencias de por vida. Especialmente vulnerable es el sistema nervioso central (SNC) y, como parte del mismo, el sistema visual. Por lo tanto, la exploración oftalmológica puede ejercer de alarma, tanto a nivel orgánico como funcional, de cualquier alteración del neurodesarrollo. Los niños adoptados internacionalmente han de enfrentarse a una serie de riesgos potenciales para un mal neurodesarrollo. Uno de los principales riesgos son las gestaciones y partos no controlados médicamente, que conllevan una mayor exposición prenatal a tóxicos y déficits nutricionales, así como una mayor tasa de infecciones de transmisión vertical o anoxia perinatal. Por otro lado, también han de sobrellevar todos las consecuencias derivadas de las institucionalizaciones, como déficits nutricionales y afectivos, pobres cuidados médicos, malos tratos, cambios frecuentes de institución, etc. Cada región de origen tiene unos riesgos característicos. En el caso de los países de Europa del este los dos principales riesgos son los derivados de institucionalizaciones largas, pues el 85% de los niños de esta procedencia son adoptados con más de 18 meses, y la exposición prenatal a tóxicos, especialmente a alcohol. A nivel oftalmológico, se han descrito hasta un 78% de alteraciones oculares en este grupo poblacional, como estrabismo, defectos refractivos, pobre estereopsia, alteraciones de fondo de ojo, etc. Hay pocos trabajos que estudian las habilidades cognitivas visuales en niños adoptados del este de Europa. En niños con trastornos del espectro alcohólico fetal, patología muy prevalente entre los adoptados de esta procedencia, se han descrito alteraciones visoperceptivas y de la función ejecutiva así como del control oculomotor. Hemos estudiado más de 100 niños adoptados del este de Europa, a los que se sometió a una exploración oftalmológica completa y, según el proyecto, se les realizó una tomografía de coherencia óptica (OCT), con un Cirrus HD-OCT, para la valoración de la estructura retiniana o se estudiaron distintos aspectos de la función visual como la visopercepción o el control oculomotor. La visopercepción se exploró mediante la realización de una batería de test visoperceptivos: TVPS-3, TVAS y subtest de memoria facial del test TOMAL. Para la valoración del control oculomotor se utilizó un dispositivo (Device for an Integral Visual Examination) que incluye una pantalla junto a un eyetracker y permite estudiar la estabilidad de la fijación y los movimientos sacádicos, entre otros aspectos de la función visual. Debido a la alta sospecha del importante papel del alcohol como responsable de las alteraciones encontradas, realizamos también un proyecto comparando los efectos de la exposición prenatal a alcohol, tabaco y otras drogas de abuso sobre la estructura retiniana, utilizando OCT. El protocolo de estudio se diseñó siguiendo las directrices de la declaración de Helsinki y fue aprobado por el Comité ético de investigaciones clínicas de Aragón. Todos los sujetos, a través de sus representantes legales, además de por sí mismos a partir de los 12 años de edad, firmaron un consentimiento informado. Encontramos diferencias estadísticamente significativas en los resultados de todos los proyectos realizados. Los niños con antecedentes prenatales de exposición a alcohol, y drogas de abuso presentaron una reducción significativa del grosor de la capa de fibras nerviosas de la retina (CFNR) y la capa de células ganglionares (CCG) respecto al grupo control. Lo mismo se observó en el grupo de adoptados del este de Europa, donde los resultados de la OCT se correlacionaban positivamente con los rasgos físicos característicos de trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF). Los niños adoptados del este de Europa también mostraron alteraciones en sus habilidades visoperceptivas y estabilidad de la fijación, con diferencias estadísticamente significativas respecto al grupo control. En ambos casos la correlación con los rasgos antropométricos definitorios de TEAF fue positiva, obteniendo peores resultados los niños con rasgos centinela para TEAF. Como conclusión, los niños adoptados de países del este de Europa presentan alteraciones oftalmológicas tanto a nivel orgánico como cognitivo visual. Estructuralmente, presentan una disminución del espesor de las capas de la retina medido mediante OCT. Del mismo modo, estas alteraciones estructurales son objetivables en niños con antecedentes de exposición prenatal a tóxicos como alcohol, tabaco y drogas de abuso. A nivel funcional, los adoptados del este de Europa presentan déficits en sus habilidades visoperceptivas así como en su estabilidad de fijación visual. Todas las alteraciones descritas, tanto a nivel anatómico como funcional, se correlacionan con los rasgos físicos característicos de niños con trastornos dentro del espectro alcohólico fetal. Por ello, el alcohol se postula como uno de los agentes etiológicos principales de los hallazgos encontrados.