Abstract: La laguna de La Parra (39o 50.948’, 1o 52’, 1014 m) es un lago pequeño relativamente profundo (Zmax = 17.5 m) de agua dulce, monomíctico y con morfología circular (116 m diámetro). Forma parte de un complejo kárstico constituido por siete lagos situado en la Cordillera Ibérica (Cuenca, este de España), originado en una dolina que interceptó el acuífero regional. El registro sedimentario de la zona más profunda del lago se ha estudiado mediante técnicas sedimentológicas, microscópicas, geoquímicas y físicas. Está constituido principalmente por sedimentos clásticos carbonatados, caracterizados por una gran variabilidad de facies sedimentarias que están controladas por cambios en la entrada de detríticos al sistema. Al mismo tiempo, estas fluctuaciones reflejan una amplia variabilidad hidrológica durante los últimos 1600 años. El modelo cronológico de la secuencia sedimentaria se basa en 7 dataciones de 14C AMS. La historia sedimentaria de la laguna de La Parra comprende 5 etapas: (i) el comienzo de la sedimentación lacustre hacia el año 300 DC; (ii) un lago somero que aumenta progresivamente su nivel durante la Baja Edad Media (500 – 900 DC); (iii) niveles del lago bajos, con aumento en los aportes detríticos coincidiendo con la Anomalía Climática Medieval (ACM); (iv) un periodo con predominio de niveles altos del lago, pero algún episodo de niveles bajos, con desarrollo de meromixis frecuente durante la Pequeña Edad del Hielo (PEH, 1400 . 1850 DC) y (v) un ligero aumento de los niveles del lago en tiempos recientes (1900 - actualidad), precedido por un periodo inicial de bajo nivel de agua a finales del siglo XIX. La principal afección antrópica en el lago y su entorno está relacionada con cambios en el uso de la tierra durante la Edad Media debido a la agricultura y la transhumancia, lo que implicó un aumento en los aportes detríticos al lago; y más recientemente, con la extracción de aguas subterráneas del acuífero regional mediante pozosagrícolas. Las fluctuaciones paleohidrológicas y paleoambientales de la laguna de La Parra son coherentes con otros registros paleoclimáticos de la Península Ibérica, mostrando una fase más árida durante la ACM y más húmeda durante la PEH en el Mediterráneo occidental. Este nuevo aporte refuerza la hipótesis de un comportamiento antitético este-oeste del clima en la region mediterránea desde el 900 DC.