Resumen: Este proyecto se plantea cómo debe ser la última casa, el refugio de un usuario senior retirado y que busca el disfrute de su tiempo libre inmerso en un entorno natural como Tiermas. Su particular habitación le dará la privacidad disponiendo a su vez de servicios comunes donde cuidarse, relacionarse y seguir aprendiendo.El hecho de rehabitar un paraje abandonado y conquistado ahora por la naturaleza nos hace pensar en la historia del lugar, en lo que queda y en lo que puede ser. El proyecto hace una lectura de los recorridos, de los restos murarios y del habitar frente a la memoria. Esta arquitectura de muros acoge a los nuevos habitantes dispuestos a darle vida al lugar. La arquitectura explora en esta dualidad entre lo atemporal y lo vivo, creando un espacio vertical contemplativo e inspiracional del que vive la vivienda.