Resumen: En la actual Sociedad de la Información (SI), donde un cambio cultural, como es el uso masivo de las TIC, ha provocado un cambio social, es necesario repensar la inclusión de la población adulta, especialmente la de mayor edad, en un entorno cada vez más informatizado, que, a priori, puede parecer exclusor. Contrariamente a la idea general, la población adulta de todas las edades se está incorporando de manera activa a esta SI a través de la adquisición progresiva de competencias digitales, hecho al cual contribuyen de manera significativa las actividades de Aprendizaje Permanente (AP). En el presente artículo se analiza, en primer lugar, a través de los microdatos de la muestra europea proporcionados por la encuesta PIAAC (OCDE, 2013), la correlación existente entre el desarrollo de las diversas competencias instrumentales con las habilidades digitales. Seguidamente, mediante una regresión lineal múltiple, se muestra que, más allá de las características sociopersonales de la población adulta, es el factor educativo el que supone un mayor desarrollo de las competencias instrumentales en general y las digitales en particular. De esta forma, se defiende el AP como estrategia fundamental para lograr de manera definitiva la ruptura de la brecha digital entre jóvenes y adultos, así como elemento esencial para que la emocratización de la SI sea una realidad. Idioma: Español Año: 2017 Publicado en: Entera2.0 5 (2017), 39-53 ISSN: 2339-6903 Originalmente disponible en: Texto completo de la revista