Resumen: Las amenazas que afectan a las Unidades de Infantería son heterogéneas, y los avances tecnológicos han provocado la evolución de las tradicionales (como los carros de combate) y la aparición de nuevas. Por esta razón, tanto los procedimientos empleados por los soldados, como los materiales que posee en dotación el Ejército de Tierra deben tratar de mantenerse en constante actualización, con la finalidad de disminuir los riesgos a los que se ven expuestos. Del conjunto de desafíos a los que se enfrenta una Unidad de Infantería, uno de los que representa un mayor reto es la defensa aérea. Durante los últimos años, la aparición del combate asimétrico practicado por insurgencias de países como Afganistán o Irak han provocado que amenazas tradicionales como los helicópteros o los aviones, empleadas por ejércitos convencionales, hayan pasado a un segundo plano. Así, han adquirido un especial protagonismo los Vehículos Aéreos no Tripulados, comúnmente conocidos como drones. Estos dispositivos han permitido a las fuerzas irregulares causar daños a las Unidades convencionales sin la necesidad de un enfrentamiento directo. El desafío que esto supone se intensifica con la tendencia a dar protagonismo en los combates a las pequeñas Unidades, que habitualmente operan lejos de apoyos proporcionados por otras entidades, debiendo afrontar los retos que se le presenten únicamente con sus propios medios. Por ello, el Ejército de Tierra debe buscar actualizar su material en este aspecto. En concreto, el nuevo Vehículo de Combate sobre Ruedas 8x8 Piranha V es una plataforma adecuada para la integración de sistemas de defensa antiaérea que acompañen a las Unidades de Infantería en sus misiones y les protejan de estos peligros. Para hallar una solución apropiada, se realizó un estudio analizando el índice de riesgo de los diversos medios aéreos, las características del Piranha V, y un estado del arte de medios de defensa aérea vigentes en el mercado. Respaldado por una matriz de decisión, y sobre la base de unos requisitos establecidos, se tomó una decisión. Así, se alcanzó el objetivo de proponer una configuración del Vehículo de Combate sobre Ruedas 8x8 Piranha V con capacidad de defensa aérea. Esta solución, ya llevada a cabo en otros ejércitos como el de Estados Unidos, reduce la probabilidad y el impacto de un posible ataque con medios aéreos sobre una Unidad de Infantería, cuando se encuentre combatiendo en situaciones aisladas, lejos de apoyos de escalones superiores. Ello garantiza la seguridad de los militares desplegados, y por extensión, la de España.