Resumen: En la actualidad, se conoce que los efectos sistémicos de los glucocorticoides inhalados, tales como la supresión del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal son menos pronunciados que con glucocorticoides orales, sin embargo, hay todavía pocos estudios sobre los efectos adversos de su administración como tratamiento crónico. Los objetivos del estudio fueron valorar si existe afectación en la densidad mineral ósea, talla, peso, en niños con tratamiento con corticoides inhalados continuos y si existen diferencias entre el uso corticoides y los métodos diagnósticos utilizados. Se realizó un estudio descriptivo-analítico de tipo transversal en niños de 2 hasta 15 años con diagnóstico de asma bronquial en tratamiento prolongado con corticoides inhalados que acudieron a consulta en el Hospital Miguel Servet entre noviembre del 2011 y junio del 2012. Se revisaron las historias constatando día de inicio de corticoides inhalados, tipo de corticoide, dosis recibidas previamente, talla, edad, peso, IMC, estadío puberal. Posteriormente a todos ellos se realizó la medición de la densidad ósea utilizando los métodos de ultrasonido (US) y posteriormente DXA lumbar con consentimiento de la familia. No se encontró afectación de la densidad mineral ósea ni alteraciones en cuanto a la talla y peso en niño con tratamiento continuo con corticoides inhalados. No se encontró diferencias significativas entre el uso de fluticasona versus budesonida en cuanto a la alteración de la densidad mineral ósea. Encontramos una correlación débilmente positiva entre el los valores de Z-score de ultrasonido vs DXA. En conclusión, la utilización prolongada de dosis leves a moderadas de corticoides inhalados en pacientes asmáticos no influye en la disminución de la masa ósea de los niños.
Palabra(s) clave (del autor): asma ; densidad mineral ósea ; crecimiento Tipo de Trabajo Académico: Trabajo Fin de Master
Notas: Today, it is known that the systemic effects of inhaled glucocorticoids, such as suppression of the hypothalamic-pituitary-adrenal axis are less pronounced than with oral corticosteroids, however, there are still few studies on the adverse effects of treatment administration as chronic. The objectives of the study were to assess whether there is involvement in bone mineral density, height, weight, in children with continuous treatment with inhaled corticosteroids and whether there are differences between steroid use and the diagnostic methods used. The study was descriptive-analytical cross-sectional. Children 2-15 years with a diagnosis of bronchial asthma with prolonged treatment with inhaled corticosteroids who attended at Miguel Servet’s Hospital between November 2011 and June 2012 participated. The records noting: starting day of inhaled corticosteroids, type of steroid, dose previously received, height, age, weight, BMI, pubertal stage. Later all of them were bone density measurement using ultrasound (US) methods and subsequently DXA lumbar by family consent. There was no involvement of bone mineral density and changes in terms of height and weight in children with continuous treatment with inhaled corticosteroids. No significant difference was found between budesonide versus fluticasone regarding alteration of bone mineral density. We found a weak positive correlation between the values of Z-score of ultrasound versus DXA. In conclusion, the prolonged use of mild to moderate doses of inhaled corticosteroids in asthma patients no influence on the decrease in children’s bone mass.