Resumen: Sobre los mudéjares de la Corona de Aragón y su discriminación ha habido mayormente dos líneas de investigación que incumben a las políticas discriminatorias y la segregación, por un lado, y la dicotomía de paradigmas entre la convivencia y la coexistencia por el otro. Sin embargo, son pocos los estudios que se han centrado en cómo los mudéjares respondían a estas realidades, por supuesto existen algunos, aunque centrados en otros territorios peninsulares. Desde el siglo XIII se produjo la transformación de la sociedad en una máquina represora de las minorías alentada por la Iglesia que degradó la situación paulatinamente hasta las Pragmáticas del XV-XVI, pero estas minorías, en concreto los mudéjares, no permanecieron impasibles. Los mudéjares adoptaron una postura disidente sin ser generalizada al protestar ante los abusos de los oficiales reales y señoriales, también ante los abusos de los concejos y sus vecinos. Aunque lo hicieron de muy variadas formas los mudéjares se defendieron a sí mismos y a sus comunidades durante el siglo XIV y XV mediante los mecanismos legales que la sociedad cristiana les permitía protestando ante la justicia o la corte, pero también recurriendo a la omisión de la ley, el pacto, la emigración o la violencia, aunque en general no recurrieron demasiado al enfrentamiento violento y menos aún al armado.