Resumen: Eisenstein realizó en 1923 un cortometraje que formó parte de un espectáculo teatral titulado El diario de Glumov. Este film es su primera obra cinematográfica y está considerado como un experimento dadaísta. La obra teatral El diario de un pillastre que Ostrovsky estrenó en 1868 en Moscú es la base del espectáculo ideado por el cineasta para el Proletkult. En este artículo analizamos una selección de recursos y de motivos empleados en esta cinta para tratar de reconocer sus conexiones intertextuales y contextuales. El análisis nos lleva a la conclusión de que esos motivos y formas escriturales están estrechamente relacionados con el cine mudo francés de autores como Méliès, Chomón, Cohl, Deed, Feuillade o Linder. Estos directores, que tuvieron gran éxito durante los primeros veinte años del siglo XX, estuvieron muy influenciados por las vanguardias parisinas de finales del XIX entre las que destacaban los Incoherentes. El empleo de esos materiales textuales por parte del cineasta soviético resulta, además, perfectamente congruente con sus elaboraciones teóricas acerca del montaje de atracciones. Idioma: Español DOI: 10.5209/aris.83501 Año: 2023 Publicado en: Arte, Individuo y Sociedad 35, 2 (2023), 441-459 ISSN: 1131-5598 Factor impacto CITESCORE: 0.9 - Visual Arts and Performing Arts (Q1)