Resumen: Este trabajo pretende establecer una coherencia interna entre una concepción de la filosofía como práctica encarnada, y una labor docente que atienda y respete dicha concepción. El punto de partida para ello será la propia pregunta por la concepción de la filosofía no sólo desde el ámbito académico universitario, sino también en las aulas de secundaria tan condicionadas por el marco legal y curricular. Esta pregunta tratará también la vieja distinción entre práctica y teoría, y sus delimitaciones. Todo ello conducirá a la propuesta de ver “miope” que plantea Hélène Cixous como forma de escapar a las jerarquías entre conocimientos empeñadas en marcar distinciones entre aquello que se puede llamar filosofía y lo que no. A través de la visión borrosa de la mirada miope se difuminarán las gruesas líneas entre las que se clasifica el conocimiento y a través de la cual seremos capaces de responder a la pregunta sobre cómo entendemos la filosofía. Aún quedará por responder la pregunta sobre a quién nos dirigimos y cómo entendemos a estas personas recién llegadas al mundo y que un día nos sucederán. Trabajaremos entonces el concepto de renovación continua del mundo en tanto que siempre se introducen personas nuevas en él. Después de abordar estas problemáticas, llegaremos a la propuesta de entender la filosofía como práctica de la mano de Anna Maria Piussi. Su propuesta de la práctica del partir de sí, orígenes y consecuencias, prestando especial atención a cómo esta propuesta necesita de lo relacional para poder ser llevada a cabo. Esta idea de lo relacional conducirá a plantear espacios de escucha y toma de palabra dentro de las aulas como forma de valorar las intervenciones propias y ajenas. Todo este recorrido concluirá con algunas experiencias reales en las aulas de las que tomar inspiración y de las que empezar a pensar cómo llevar a cabo nuestra práctica del partir de sí.