Resumen: Las celebraciones festivas analizadas obedecen a tres motivos muy significativos y repetidos en la Edad Moderna. Las entradas reales, bajo palio, se realizaban en el momento de acceder al trono, con la demostración de fidelidad por parte de la ciudad y el juramento del monarca de observar sus privilegios o, en el caso de Aragón, su régimen foral o pactista. Los festejos por las bodas reales tuvieron un punto álgido en 1585 con la boda de la hija de Felipe II en Zaragoza. Finalmente, las canonizaciones durante el Barroco fueron muy celebradas como corresponde a una sociedad clasista y providencialista. Idioma: Español DOI: 10.26754/ojs_artigrama/artigrama.2022379202 Año: 2022 Publicado en: Artigrama 37 (2022), 89-124 ISSN: 0213-1498 Tipo y forma: Artículo (Versión definitiva) Área (Departamento): Área Historia Moderna (Dpto. Historia)