Resumen: La propuesta de este trabajo pretende reflexionar de forma crítica los preceptos de la institución académica en el uso del lenguaje plástico, y si de este modo se ha condicionado su educación en un establecido sentido, alterando de este modo la propia percepción formativa de los alumnos. Hay infinitas formas de enseñar lo mismo, tantas como métodos de representación pudieran surgir. El lenguaje y la imagen son sólo dos mecanismos de este proceso. ¿Qué se puede hallar en común entre lo figurado y la figura a través de los métodos enseñados en las escuelas? Es frecuente hallar, incluso desde la práctica de las disciplinas artísticas, una percepción de no poder entender el arte como un sistema múltiple de representación sino único. El aprendizaje en su significación primaria o inmediata es una señal, significa, nada más que ideas establecidas en la mente que las desarrolla. Y las ideas nacen como respuesta a los estímulos que las generan, en este caso, la atribución del sistema educativo. El aprendizaje es una respuesta que exige un ejercicio de introspección personal frente al estímulo escrito u oral. La libertad creativa, de este modo, debe permitir al alumno establecer las normas de estructura de los enunciados indivisibles de la imagen, permitiendo nuevas posibilidades expresivas mediante nuevos modos relacionales de los fundamentos más simples. Los significados de las palabras y las imágenes son los objetos de los que existe un conocimiento directo o una asociación a él, y es este recurso de la experiencia cognitiva el que permite la creación de un aprendizaje (comunicación) representativo y significativo.