Resumen: La mayor parte de las fuentes literarias de la Antigüedad fueron redactadas por un sujeto histórico restringido, heterogéneo y cambiante: la «oligarquía greco-romana». Esta minoría letrada estaba conformada por varones maduros y longevos de estatus elevado que se autorrespresentaban a través de un sistema aristocrático de valores merced a sus rentas agrarias. Como cualquier ser humano, los integrantes de la oligarquía debieron afrontar la «cuestión del Otro» (Todorov, 1987). Uno de los sistemas de alteridad más importantes de la Edad Antigua fue el articulado en torno a la categoría del bárbaro. Entre los siglos V y IV a. E., la categoría del bárbaro fue racionalizada por las disciplinas científicas de la época hasta conformar un «sistema asistemático» que mantuvo, a lo largo de los siglos, tres características esenciales: su punto de vista etnocéntrico, su insistencia en marcadores de tipo cultural y su extraordinaria variedad teórica a la hora de argumentar la subordinación del bárbaro. El campo semántico de la barbarie, además, funcionó a la manera de un «manto reversible», y sirvió para caracterizar a otros sujetos de alteridad como la mujer, el tirano o las masas. Amiano Marcelino (330/335-?), decurión, militar de alto rango y testigo de la destrucción del mundo romano, construyó una noción cultural de la barbarie que aunó tradición e innovación y situó a los hunos en el puesto más alejado de la civilización. El bárbaro de Amiano es un ser irracional y violento que amenaza la seguridad de Roma y, por lo tanto, debe ser aniquilado. Paralelamente, Amiano aplicó el campo semántico de la barbarie en la descripción de otros sujetos constitutivos de alteridad, tales como los emperadores Valentiniano I y Valente y la plebe de distintas ciudades imperiales. La actitud de Amiano puede designarse mediante los conceptos de «barbarofobia» y «heterofobia» (Bauman, 2008). Los prejuicios del historiador, revestidos de erudición, contrastan vivamente con los fenómenos de defección y colaboración presentes en la frontera oriental entre los años 359 y 373.