Resumen: El retablo expositor es una modalidad de retablo de gran éxito en Aragón desde su aparición en el retablo mayor de la Seo de Zaragoza a finales del siglo XV, alcanzando su momento de esplendor en el transcurso del siglo siguiente. Retablos expositores presiden algunos de los templos aragoneses más importantes, como la Catedral-Basílica del Pilar, la Catedral del Salvador de Zaragoza o la Catedral de Barbastro, pero también templos de menor entidad, como la iglesia parroquial de Santa María de Tauste. Prestando especial atención a estos cuatro ejemplares, el trabajo analiza la presencia y la función eucarística del óculo expositor en Aragón a partir de la aún escasa bibliografía que proporciona alguna información o consideración de interés sobre el tema. De momento no está claro si la incorporación del óculo se debe a un privilegio otorgado por el Papa Luna a los templos aragoneses o simplemente a una moda, que, vinculada a un uso litúrgico, servía para la custodia y devoción del Santísimo. Se formalizó así una novedad unida a una capilla-sagrario oculta tras el altar que con el paso del tiempo cayó en desuso, quedando hoy el óculo como simple testimonio del antiguo ceremonial eucarístico aragonés salvo en retablos y oratorios del Opus Dei.