Resumen: El Jefe del Estado en España se erige como símbolo de la unidad y permanencia del Estado. A él corresponde arbitrar y moderar el funcionamiento de las instituciones, la representación del Estado español y las demás funciones que la Constitución y las leyes le encomiendan. Como en otras monarquías que encontramos en la perspectiva comparada, la Constitución española de 1978 proclama la irresponsabilidad e inviolabilidad de la figura del Rey. El análisis de los recientes pronunciamientos jurisprudenciales surgidos a partir de las demandas de filiación extramatrimonial presentadas contra el Rey Don Juan Carlos I nos dirige hacia un estudio en profundidad de esta prerrogativa enunciada en el artículo 56.3 de la Carta Magna, así como a su posible colisión con otros derechos fundamentales y principios rectores.