Resumen: Durante el siglo XVI la Merindad de Tudela vivió una intensa actividad constructiva en el que la arquitectura religiosa jugó un papel fundamental gracias a la erección de numerosas parroquias, junto a la remodelación o ampliación de las existentes, en la que convivieron y se mezclaron lenguajes artísticos de diversos periodos. El tardogótico pervivió en las plantas de disposición longitudinal, y las omnipresentes bóvedas de crucería estrellada, que no dejaron paso a la introducción de cubriciones clásicas de raigambre italiana. El estilo renacentista se manifestó en la unificación del espacio interior, en las formas de arcos y vanos de medio punto, en el uso de los órdenes clásicos, y en la decoración de grutescos, motivos manieristas y clasicistas. Por último la tradición mudéjar quedó patente en el empleo del ladrillo, tanto con una función constructiva como ornamental en los aleros y paramentos exteriores, y el uso de excepcionales yeserías al interior. Consecuentemente, la arquitectura religiosa del siglo XVI erigida en la Merindad de Tudela, por su lenguaje formal y estructuras arquitectónicas, los materiales empleados, los artífices que la acometieron, y los promotores que la financiaron, presenta las características propias de la arquitectura del Valle Medio del Ebro, de la que forman parte las iglesias de la Ribera de Navarra Idioma: Español Año: 2005 Publicado en: Revista del Centro de Estudios Merindad de Tudela 13 (2005), 79-104 ISSN: 1131-9577 Originalmente disponible en: Texto completo de la revista