Abstract: Desde la aparición del término Inteligencia Emocional se ha trabajado en su aplicación en la escuela, con el fin de fomentar la competencia emocional de los estudiantes a través de las medidas educativas propuestas a nivel de centro y de aula. En nuestro caso partimos de los modelos teóricos actuales del intelecto humano que incluyen los aspectos sociales, prácticos e interpersonales y afectivos como un aspecto esencial a contemplar en la resolución de problemas adaptativos, desde que se concibe la inteligencia como un aspecto Múltiple, Modificable, Componencial y Experiencial (Larraz, 2015). Este modelo está inspirado en distintas teorías sobre la inteligencia, como son la Teoría triárquica de Sternberg (1990), el modelo de las Inteligencias Múltiples de Gardner (1995) y el modelo de la Inteligencia Emocional de Salovey y Mayer (1990, 1997), término difundido posteriormente por Goleman (1996). La teoría triárquica de la inteligencia propuesta por Sternberg (1990), que a su vez acuñó el término de Inteligencia exitosa para referirse a aquel tipo de inteligencia adaptativa al medio que permite resolver problemas de la vida real (Sternberg, 1997). La teoría triárquica de la inteligencia propone tres subcompoentes de la inteligencia; la componencial, la experiencial y la contextual que, a su vez, se componen en tres tipos de inteligencia; Inteligencia analítica, práctica y creativa, respectivamente. La inteligencia práctica sería aquella en la que se ve influida por las cuestiones sociales, interpersonales y relacionales. Se incluye dentro del componente contextual de la inteligencia que se ocupa de relacionar la inteligencia con el mundo exterior. Es un aglutinante de la adaptación al medio presente, la selección de un medio más óptimo y el modelado del medio con el fin de que se adecúe a las habilidades, intereses o valores de uno mismo...